Con la llegada del verano, muchas personas se preparan para disfrutar del agua en piscinas y playas públicas. Sin embargo, no siempre se garantiza el acceso en condiciones de igualdad para todas las personas. Desde Ortopedia CETEO queremos recordar que la accesibilidad no es un favor, es un derecho.
Tanto en piscinas como en playas de titularidad pública, los ayuntamientos tienen la responsabilidad de ofrecer entornos adaptados para que cualquier persona, con o sin discapacidad, pueda acceder y disfrutar de estas instalaciones con seguridad y autonomía. Esto incluye rampas, pasarelas, grúas o sillas de baño que permitan el acceso autónomo al vaso o al mar, vestuarios adaptados y señalización accesible, entre otras medidas. También en tu comunidad de vecinos tienes derecho a que el uso de las zonas comunes, como es la piscina, sea accesible.
En el caso de las playas, la legislación vigente establece que en los tramos urbanos deben existir puntos accesibles que incluyan ayudas técnicas específicas, como sillas anfibias o duchas adaptadas. Aunque aún queda camino por recorrer, cada vez más municipios incorporan mejoras gracias a la implicación de asociaciones, profesionales y personas usuarias que alzan la voz.
Desde Ortopedia CETEO animamos a la ciudadanía a reivindicar este derecho. Si detectas carencias en tu municipio o comunidad, contacta con los responsables locales y solicita mejoras. Y si necesitas orientación sobre qué recursos existen o cómo acceder al agua de forma cómoda y segura, estamos aquí para ayudarte.
Porque el verano debe ser para el disfrute de todas las personas.